► Dos veces al año, el 2 de febrero y el 11 de noviembre, se puede apreciar un espectáculo de luces único en la pared interior de la fachada principal de la catedral de Palma de Mallorca.

La luz crea efectos tan espectaculares como fugaces. Por ejemplo, cuando los rayos de sol cruzan de punta a punta un túnel de 2,4 kilómetros en Valdealgorfa, Teruel. El fenómeno ocurre dos veces al año. Y dos veces sucede también este otro caso de belleza luminosa.

El espectáculo del 8, según los expertos, sería fruto del azar, como en el caso de Valdealgorfa. Decenas de personas suelen acudir cada año a ver este momento de perfección, que dura apenas unos minutos. Poco a poco, el rosetón inferior se desplaza como las agujas de un reloj, hasta desaparecer. Según han explicado matemáticos de la isla, el templo tiene una orientación especial, de 120 grados al sureste, hacia la salida del sol en el solsticio de invierno, lo que permite que los rayos atraviesen el rosetón mayor y coincidan exactamente con el rosetón menor. Este es el resultado.
El número ocho está cargado de simbolismo en la tradición cristiana. Los antiguos escritores cristianos, al añadir un día más a los siete días naturales de la semana, otorgaban al «octavo día» la categoría de un tiempo más allá de todo tiempo, el tiempo de la eternidad, el cielo. Hay que apuntar que casualidad o no, las 14 columnas que hay en el interior de la Catedral de Mallorca, son octogonales.
Este mágico fenómeno lumínico no es el único que ofrece la Catedral de Mallorca. Durante 20 días a lo largo del solsticio de invierno, puede contemplarse la salida del sol a través de los dos rosetones principales de la Catedral, creando una especie de calidoscopio. Un espectáculo que puede observarse desde el «Museu des Baluard», lugar donde se presenció por primera vez este efecto hace 10 años.
Conocida en el archipiélago balear como «La Seu», la Catedral de Mallorca comenzó hace casi 800 años, tras la conquista de la isla por la Corona de Aragón. Por orden del rey Jaime I se erigió un gran templo dedicado a Santa María, aunque la construcción de «La Seu» no finalizó hasta 1601.

